miércoles, 8 de febrero de 2012

Manera #1 : teleasistencia.

Empezaba este blog con la sana intención de acabar con la humanidad, hace ya la friolera de 5 días (creo). Comenté que iba a citar las maneras y motivos para tal empresa.

Habiendo escrito en una entrada anterior uno de los muchos motivos, me veo en la obligación de exponer el malvado plan de esta semana (risa maléfica, rayo que deslumbra en la ventana que tengo a mi espalda): La teleasistencia.

No son pocos los autores que han descrito un futuro apolcalíptico dominado por máquinas de aspecto humano... (perdón, quería decir con máquina con el aspecto de un austriaco inflamado) que pegan tiros a diestro y gótico (en los 80 les decíamos siniestros), que no perciben dolor y que por su cara se diría que tienen problemas de estreñimiento. Pero he ahí su error. El t800 ("Suasi" aka Swarzeneger) y el t1000 (el tío de las orejas de elfo; en la foto) se harían caquitas si tuvieran algún problema con su móvil. Por suerte viajaron a los 80/90, y llamaban desde cabinas de teléfonos (-¿Su nombre es Sarah Connor? - ¿No? -Pues invíteme a unas cervezas, que me siento muy solo).


Tanto las máquinas que atienden los teléfonos, como las máquinas que atienden a las personas (que se hacen pasar por sudamericanos) son auténticas máquinas del caos, programadas para la desesperación, incitando subliminalmente al suicidio. Y todo gracias a mi (me podéis dar las gracias en los comentarios).

Supongo que todos habéis tenido que llamar a un teléfono de atención al cliente, y que si estáis leyendo esto es porque todavía no os habéis suicidado (si os habéis suicidado, sabed que tengo un bate). A pesar de saberos conocedores de la dinámica, os voy a comentar cómo he montado el asunto con la mayoría de compañías (por el momento tengo la atención al cliente de movistar, vodafone y orange, pero mi imperio se extiende).

 Hay dos procedimientos para que el cliente entre en el pasillo del terror de la atención al cliente telefónica. Que llame él, o que le llamemos nosotros. Tanto de una u otra forma, el cliente acabará llamando él mismo. Me explico:

Si llamamos nosotros, lo haremos a una hora ideal, a una hora a la que a todo el mundo le encanta coger el teléfono: la hora de la siesta. Con el cerebro adormilado de la víctima conseguiremos o que acepte cualquier cosa que le digamos (cambio de tarifas, de sexo, o de religión) o que nuestras "ofertas" le creen dudas. De cualquiera de las dos maneras, una vez que acabe la siesta, sentirá la necesidad de llamar a nuestro número; ora para cancelar el cambio de sexo que había aceptado en un momento de atención esquiva, ora para intentar enterarse de esa superoferta que incluye un terminal que da masajes en los pies. Con lo cual habrá llegado al mismo punto que el tipo que llamaba por su cuenta.

Vamos a hacer una síntesis de lo que vendría a ser una llamada a un teléfono de estos de los que soy propietario, tomando como individuo al t800 (Suasi). La cosa iría de esta manera, imagino:



Suasi marca el teléfono

Tonos

- A llamado a X. Si el motivo de su llamada es (cambia la voz en los entrecomillados) "su tarifa": pulse uno; si su llamada tiene que ver con "su movil": pulse dos; si su llamada es por "internet" pulse 3; si su llamada es "por chicuela" pulse 4.

Suasi tiene dudas. Llamaba porque quería saber cual es su tarifa de internet en el móvil. No sabe cuál pulsar. empieza a sudar aceite. Cierra los ojo y pulsa al azar.

-A pulsado el cuatro: por chicuela. Yo tengo dos pares y un cinco. Diga alto y claro cual es su jugada.

- Yo quiero el cuchillo.

-Perdón, no le he entendido.

- Yo quiero el cuchillo.

-Perdón no le he entendido.



 -Espere un momento que le paso con una operadora.



Suasi atiende con el teléfono en la oreja, mientras una canción que en principio no fue horrible, pero que debido a su uso indiscriminado en anuncios de la compañía, se ha convertido en algo insufrible (añado que gracias a mí, la próxima sintonía será la  Boooomba de de King África, interpretada por Bunbury).


- Todas nuestras operadoras están ocupadas en este momento. Permanezca a la espera- dice la misma voz robótica del principio que en realidad es la misma operadora que te va a atender, cuando le dé la gana, poniendo voz de robot (cosa que les encanta a mis ciborgs).



Tras 15 minutos oyendo la musiquilla en un bucle sin fin, a terminator le duele el codo (isnt an ironic, dont you think?). Así que decide poner el manos libres. Dos minutos después, cuando deja el móvil en la mesa y se dispone a hacerse unas palomitas de microondas (otro invento para el apocalipsis del que hablaremos otro día)  se oye:



- Le atiende Mónica, ¿en qué puedo ayudarle?- Añade: -¿oiga?

Suasi deja caer el paquete de palomitas (a cámara lenta, por supuesto) y corre hacia el aparato, pero en lo más profundo de su metálico ser sabe lo que sucederá. Cuando acerca el auricular a su oreja:  nada.

Suspira. Vuelve a marcar. La misma "grabación", aunque hay un matiz diferente en la voz de la chica. "Suasi" elige el 3 en esta ocasión llevado por el impulso que los profesionales llaman " a ver si toca". Ese mismo que hizo a tu madre perder todo el dinero comprando chocolatinas de Willy Wonka.
Parece que ha habido suerte. Se escucha una voz al otro lado, no sin antes oír la canción de la compañía durante otros cinco minutos.

- Le atiende Mónica, ¿en qué puedo ayudarle?

-Verá, es que tengo un problema con la tarifa de internet en el móvil.

- Eso corresponde a otro departamento. Cuando llame pulse el cinco- añade susurrando- por el culo te la hinco.

T800 vuelve a llamar, "mecánicamente" (perdón, me río, este me ha hecho gracia a mi :P). Se repite el proceso (Kafka escribió una novela con este título: 10 puntos para mi). Después de otros 20 minutos, en el que todo se repite de la misma manera, incluida la canción, que se corta en el mismo momento una y otra vez, Suasi, una máquina programada para parecerse a un humano, empieza a debilitarse.

Pero se hace la luz.

 - Le atiende Mónica, ¿en qué puedo ayudarle?


-Verá, es que tengo un problema con la tarifa de internet en el móvil - dice nuestro amigo pensando que ha oído ese nombre en alguna ocasión.

- Dígame su número de DNI.

- 7331800T

- De acuerdo, aham, manténgase a la escucha.

 Otros cinco minutos de música (Boooombaa, en un futuro muy próximo)

-Me puede decir un nombre con el que dirigirme a usted.

- Sarah Connor- la fuerza de la costumbre.

- Bien Sarah, ¿cuál es exactamente su problema, a parte de falta de hormonas?

¿Atrevimiento? Le ha tenido 20 minutos oyendo una mierda de grabación, puede hacer lo que quiera con él.

- Quiero saber cual es mi tarifa de facturación, para poder regularme según ella.

- Un momento que consulto el ordenador.

 T800 reza en silencio para que no le ponga música. Un robot rezando... chúpate esa, Blade Runner.



-¿Me puede decir cómo se llama su tarifa?
- ¿No lo sabes tú, que tienes el ordenador delante?
- ¿Es la del koala que chupa savia?
- ¿Cree que si lo supiera, estaría llamando?
- Bueno, bueno... al mes, ¿Cuánto gasta?
- ¿En serio que no puede mirarlo en su ordenador?
- Un segundo, que lo consulto.

De nuevo la música. (Teddy Bautista baila en su celda, usando las monedas de su bolsillo a modo de maracas. Su compañero de celda le pide un agarrado)
Nuestro protagonista no sabe cuanto tiempo está tardando, solo sabe que si oye esa canción una vez más matará a alguien. Le entran dudas, piensa en abandonar. En colgar y no volver a llamar. Pero entonces mira el reloj, ha perdido media tarde con esto. Tiene que terminar (para eso es terminator muahaha) con el asunto.

-Perdone, ¿me ha dicho que su tarifa era...?
- Le he dicho que no sé.
- Verá, nuestro sistema no funciona ahora mismo, pruebe a llamar en veinte minutos, o mañana.

Terminator empieza a insultar.

-Enano coñón. Enano coñón. Enano coñón- entra en un bucle.

Al otro lado no se oye nada. Terminator analiza la situación. Está insultando a una persona que trata de ayudarle.Que está trabajando, y está expuesta a este tipo de situaciones a diario. Se siente mal.

- Perdone, no me puede poner con su superior, que quiero decirle UNA cosa.
- No, Sarah. No puedo ponerle con un superior- con voz sosegada y sin responder a los insultos.

T800 cuelga el teléfono. Se siente sucio, ofendido. Una mierda, al fin y al cabo. Camina hasta la fundición más cercana y pone fin a su vida.



Si mis operadoras han acabado con un t800, qué no podrán hacer contigo MUAHAHAHA.

Los que leéis el blog, tenéis la fortuna de saber de mis planes y podréis intentar evitarlos. Considerarlo un favor, por tragaros estos tochos xD

La propina: (100% real, sin aditivos)

Alumno en clase (unos 10 años):


- He batido mi record. 5 pedos en clase- dice con cara de satisfacción.
- Eso es  un pedo cada 12 minutos.

Su cara cambia. Creo que tratará de mejorar sus marcas este jueves. 


























4 comentarios:

  1. Te falta el gato encima de la mesa del despacho para ser el gran maligno...

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  2. Acabas de contarnos como funciona tu entramado malévolo. I like it. Tienes un nuevo esbirro :D

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  3. Moola que la gente comente. I love you all xD

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  4. Empece pensando que se te iba la pinza, he acabado suicidándome por no tener que sufrir en el futuro.

    Desde tierra de gusanos @ las pobres víctimas de MaC'Txino

    :J

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