sábado, 10 de marzo de 2012

Karlos Arguiñano.

Bueno "amigüitos", estamos ante el primero de los elegidos. La primera persona digna de ser salvada, en nuestro aberrante plan de destrucción mundial. No creáis que ha sido fácil colocarlo el primero de la lista, más teniendo en cuenta que no quería escribir esta misma. Pero una vez convencido, me abordaron (con punto de nudo o francés) una serie de nombres que creía indispensables, cada cual más digno de la salvación.  Sin embargo, Karlos se hizo con el honor de ser el primero. (¡¡¡Lo he visto in person!!! Tengo foto)
Lleva un montón de años (más de veinte) tratando de que en la cocina hagamos algo más que abrir latas de atún. Insistiendo vehementemente (mentos de menta, Unamunamente) en que los fuegos sirven para algo más que para calentar los sobres del Pollo Azul que anuncia Jaume Canturriano (no haré propaganda, a menos que me paguen). Y si no lo ha conseguido conmigo (a mi me cocina Harpo lo que el llama cocina tradicional, con escupitajos incluidos), no ha sido por lo poco que lo ha intentado ni por lo poco que me he entretenido viéndole. De hecho, creo que la próxima gala de los Goya la debería presentar él, en el formato de 30 minutos al que nos tiene acostumbrados. Mientras nos enseña a hacer un marmitako, que nos vaya desvelando los nombres de los ganadores. Y al final que salga la sosa esa y nos dé las claves para hacer una buena película... (Almodovar que tome apuntes xD)
A decir verdad, presentará  los Goya, siempre que se recupere de la lesión ( la de inglés no)
¿Qué lesión?
Bien... tiene una explicación...
Ya que vamos a salvarlos, Kennedy decidió que lo mejor era ir...hmmm... no me sale una palabra diplomática... ¿guardándolos? en un lugar seguro. Así pues, decidimos que por el momento el camarote de mi casa podía servir. No se pueden quejar, tenemos la vieja máquina de pinball ahí, con 5 duros pueden estar horas.
La lesión, sí...
Cogimos mi vieja bicicleta de paseo, Harpo de montó en la cesta, con una sábana por encima e hizo una imitación de ET, merecedora de Oscar. La mismita chepa puso el mamonazo. Se me caían las lágrimas mientras pedaleaba. Ni método Stanislansky ni ostias, eso es vivirlo. Si hasta se prendió fuego con el mechero al dedo.  ( No tiene nada que ver pero, ¿será casualidad que para que una peli francesa gane oscars tiene que ser muda? Pensadlo seriamente y me comentáis)
Como iba diciendo cogimos la bici y fuimos hasta la estación de buses. Kennedy no vino, porque dijo que los Bushes le caían gordos, y no le obligué, porque ya sabéis como se pone cuando no quiere ir a un sitio.

- En descapotable o no voy- dice el capullo.
- Ojalá te pegasen un tiro. Bueno, otro.

Total que llegamos a la estación. Después de ser insultados por multitud de viejas, que nos gritaban que por la acera no se anda en bici, desde el carril bici de la acera contraria. Entonces, Harpo decidió que prefería ir en tren. Que los camarotes tenían un no sé qué que que sé yo. Le expliqué que para ir hasta Zarautz no nos iban a poner camarote, pero no atendía a razones.
Entonces, cogimos de nuevo la bici y tras numerosos insultos llegamos a la estación. Compré los billetes e hicimos el trayecto hasta Donostia, sin mucho sobresalto. Me hice el dormido y me fui apoyando en el hombro del viajero de al lado. Solo por joder. (Juas-juas-juas, seguro que anduvo todo el camino pensado formas de suicidarse). De ahí hasta Zarautz.
Encontrar su restaurante es sencillo, está en la playa.
Entré por la puerta, vestido con mis pantalones cortos, mis sandalias y la camiseta de los pecos (un pincel, vamos). Pedí mesa.

- Una mesa para dos.
- Estamos completos, erm, caballero.
- Bueno, pues una mesa para uno.
- No hay mesas.
- Desde aquí veo por lo menos una docena- respondí señalando.
- Quiero decir, que está todo reservado- dijo tras un prolongado suspiro.
- Pero es que yo soy rico rico y con fundamento.

Mantuvo una mirada de odio/desprecio (esas que te dedican las señoras en rebajas cuando coges un artículo y lo paseas en la mano, sabiendo que es el único) durante unos segundos. Yo no me achiqué y puse mi mirada de ganar duelos de miradas.
 (Quería el de verano azul, pero me conformo con este:



 Segundos después, dio recuerdos para varios de mis familiares más queridos y me invitó amablemente  a salir, empujándome con el palo de la escoba. Todo muy chic, muy de Ñoñostia. Le pregunté que vino me recomendaba para una salida como aquella y no se digno a responder. Menudos humos.

Total que tuvimos que idear un plan alternativo. Harpo sugirió golpearle en la cabeza con algún objeto contundente, abriendo ampliamente los ojos. Se metió los dedos en la boca y silbó a una chavala que pasaba cerca, levantado la parte de abajo de la gabardina. Apareció la ministra de igualdad y se lo llevó detenido.

Así que estaba solo y sin un plan.
Volví a entrar.

- ¿Qué haces de nuevo aquí? ¿Voy a tener que llamar a la policía?
- Estos no son los droides que estáis buscando- dije haciendo un gesto tranquilizador con la mano.
- Estos no son los droides que estamos buscando- respondió.
- Arguiñano quiere verme.
- Arguiñano quiere verle.

Sorprendentemente me llevó ante la presencia del cocinero. (En todos los inconscientes de los hombres entre los 30 y pocos y los cuarenta y cinco años duerme un freak de star wars, tenedlo en cuenta)

Su presencia me aturdió. Irradiaba una luminosidad cegadora. Después de apagar el flexo, todo parecía más normal.

- ¿Qué se te ofrece?- dijo.

Miré al maitre (metre). Entendió mi mirada y se marchó, dejándome a solas con él. Acariciaba un gato. Me miró a los ojos, miro al gato y dijo:

- Salen más baratos que los conejos, ¿sabes?

Pensé que los conejos debían de comer un montón de zanahorias, además de tener una insufrible afición a decir ¿qué hay de nuevo viejo?, cada vez que te putean. "Sin encambio" (como dice un conocido) todos sabemos que los gatos ni queriendo te pueden putear (Silvestre, Tom, Jynx, Azrael...), así que era natural querer tener un animal tan simpático de compañero.

- He venido a salvarte- dije con los puños en mi cintura y mirando al techo.
- Hazme tuya.

No sé si estaría bajo el influjo de alguna sustancia, borracho o simplemente hipnotizado ante el  mi heroica presencia, pero fue relativamente fácil convencerle de que se tenía que venir conmigo.

- Vente conmigo.
- Pues fale.
- Y ya que estamos despide a ese maitre. - Soy muy rencoroso en lo que concierne a perder duelos de miradas.
- Es mi hijo.
- Pues más motivo.
- Pues, también, tienes razón.

Le sugerí que saliéramos por distintas puertas, para que no pudieran relacionar su desaparición con mi presencia. Me dijo que era sábado y que nadie iba a extrañarse de que no apareciera por casa en unos días.
Hicimos el viaje de vuelta es su coche, sin incidentes. Fuimos a recoger la bici y se empeñó que le llevase como...

No contábamos con que había que subir bordillos y "en llegando" a casa nos caímos un poco. (He aquí la lesión). Le puse un poco de tantum (ahora echan trombocid, pero este era el único bote que tenía a mano) sobre la herida abierta y lo metí en el camarote.
Si le veis en la tele, en la calle, etc... Debéis de saber que lo hemos clonado, para que no le echen demasiado en falta. Aunque el clon nos ha salido más soso. No se sabe ningún chiste verde.


Creo que el próximo en salvar será... Bueno, mejor no adelanto nada, a ver si se va a enterar.


Hoy ha muerto Giraud (Moebius). De lo poquito bueno que había por la tierra :(


 


 

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