lunes, 19 de marzo de 2012

El infierno es demasiado dulce

-¿Sabes qué es lo peor del infierno?

Deben ser las siete de la mañana. Con el ojo medio abierto (o medio cerrado) distingo la figura de Kennedy. Está apoyado en el radiador, fumando. Espera que responda a su pregunta. Cierro el ojo. Se oye como inhala el humo, y en el silencio, se aprecia el sonido que hace el tabaco al quemarse, crepita como una pequeña hoguera.
No me muevo. No quiero que sepa que estoy despierto y me desvele con su cháchara impertinente.

- Lo peor del infierno es que nunca llueve. "Quicir" que el clima es siempre el mismo. Siempre un calor abrasador. Y no me refiero a que lo peor es que haga calor, no - duda-. Lo peor es que sabes que siempre va a ser así. Tienes a tu lado a un posible violador de llamas andinas, mientras estás inmerso en alguna de las torturas, le miras a los ojos y no tienes nada que rebaje la tensión de la situación. Si el tiempo fuera distinto cada día, podrías decir un clásico: "parece que va a llover", o "han dicho que viene mejor para la semana que viene". Pero no. Solo le puedes mirar a los ojos y arrepentirte, cuando te lanza un beso. Porque el calor, llevando unas bermuda...

Me levanto de mala ostia. Le ignoro. Entro en el cuarto de baño y abro el grifo del lavabo. Meto la cabeza debajo del agua fría. Cuento los segundos un, dos, tres... hasta trece. Saco la cabeza. Parece que John ha buscado otro sitio dónde ir a molestar. El olor a tabaco persiste.

Levanto las persianas y enciendo el televisor. En las noticias dicen que está lloviendo. Afuera todavía está demasiado oscuro, como para querer mirar. Así que lo tomo por una verdad. Deseo que sea lluvia ácida y me ahorre un poco de trabajo.

Aparece Carmen Machi (Aída), quiere hacernos cagar, como también nos quería hacer cagar la Verbeque y como antaño lo intentaban Coronado, Jesús Vázquez y seguro que algunos más, que se me olvidan (los cagones los llama Marta). Jorge Javier Vázquez debería se el próximo protagonista, pienso y empiezo a atar cabos (no los voy a desatar, a mí los militares no me gustan)

En mi cerebro se activa una neurona, que parece despertar. Me recuerda que en un tiempo no tan lejano, cuando teníamos alguna cadena menos, había un canal (canal plus creo recordar) que emitía en abierto el festival internacional de cannes de publicidad (http://www.canneslions.com). Joder, incluso había anuncios españoles que se llevaban premios, tenían arte. Ahora, parece que estamos condenados a la tribu de cagones, al tontolaba de Gaes y a demás anuncios que si no son para cagar, hacen cagar, camuflándose a la perfección entre la programación normal. Algunos diréis que quedan anuncios decentes (el del niño que abre el coche con la "fuerza" p.e.), sin duda. Pero son minoría.

Así que como venganza, y con mi mala ostia matutina, me planteo una nueva manera de holocausto. Voy a ir a todas las fábricas de productos que prometen cagar más y a verter laxante como para parar un tren. Y todos los que consumáis estos productos, conoceréis el infierno de no poder levantaros de la taza. Me río del de Satanás.



Y ya que hemos mentado al cagón español por excelencia (ganador del goya este año),  me he acordado de su nuevo proyecto: una historia épica, basada en un hecho real, sobre un perro hiperactivo y su pastor disléxico. Una historia de superación que estará en verano en nuestros cines y que muchos apuntan que puede ser el paso definitivo para ver a Coronado en el país de las (enfermedades) coronarias. Su camino al Oscar:

No habrá paz para el ganado.

Y de regalo, una mierda pintada con ceras carioca







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